Julie Bangerter Beck

3 May 2019

Decimoquinta Presidenta General
de la Sociedad de Socorro

2007-2012

Julie B. Beck, decimoquinta Presidenta General de la Sociedad de Socorro, enseñó que la revelación es la habilidad más importante que una persona puede obtener. “La capacidad de reunir los requisitos para recibir revelación personal y actuar de acuerdo con ella es la aptitud más importante que se pueda lograr en la vida”, dijo. “Para reducir las distracciones se requiere un esfuerzo consciente, pero tener el Espíritu de revelación hace posible que triunfemos ante la oposición y perseveremos con fe en días difíciles y en tareas esenciales y rutinarias… Podemos estar seguros de que el Señor está complacido cuando sintamos que el Espíritu trabaja por medio de nosotros”1. Agregó: “Con ella [la revelación personal], no podemos fracasar; sin ella, no podemos tener éxito”2.

La hermana Beck también hizo hincapié en que las reuniones y actividades de la Sociedad de Socorro deben planearse con el propósito de hacer avanzar el reino de Dios sobre la tierra. “Los propósitos de la Sociedad de Socorro, como los determina el Señor, son para ayudar a incrementar la fe y la rectitud personal, fortalecer a las familias y los hogares, y buscar y ayudar a los necesitados”, dijo. “Es por eso que existimos. El resultado es que mejoraremos a la mujer en forma individual y como organización, y la prepararemos para la vida eterna; edificaremos el reino del Señor, los hogares y barrios. No somos animadoras. Ésta es la obra del Señor para salvación. Ésta es la obra en la que estamos. Por lo tanto, enseñamos como el Salvador enseñó; enseñamos y enseñamos, y edificamos el reino del Señor”3.

La hermana Beck señaló que el programa de maestras visitantes es una de las formas más eficaces de llevar a cabo la obra de salvación del Señor debido a que brinda a las hermanas la oportunidad de nutrirse y fortalecerse individualmente unas a otras, como lo hizo el Salvador. “Dado que seguimos el ejemplo y las enseñanzas de Jesucristo”, dijo, “valoramos esta asignación sagrada de amar, conocer, servir, comprender, enseñar y ministrar en Su nombre… Las hermanas de esta Iglesia no tienen ninguna otra responsabilidad con el potencial de hacer mayor bien que el de su labor como maestras visitantes”4.

La revelación también desempeña un papel importante en el programa de las maestras visitantes ya que lidera y guía a las hermanas para saber cómo ministrarse unas a otras durante todo el mes. “Para nosotras”, resaltó la hermana Beck, “es una bendición orar por otra hermana y recibir inspiración sobre la forma en que el Señor quiere que velemos por una de Sus hijas.

“El programa de las maestras visitantes se convierte en la obra del Señor cuando nos concentramos en las personas en vez de en los porcentajes. En realidad, esta obra nunca se termina; es más un modo de vida que una tarea. El servir con fidelidad como maestra visitante es evidencia de nuestro discipulado”5.

Infancia

Julie Bangerter nació el 29 de septiembre de 1954 en Granger, Utah, siendo la quinta de los once hijos de William Grant y Geraldine Hamblin Bangerter. Cuando tenía cuatro años, la familia se mudó a São Paulo, Brasil, donde su padre presidió sobre la Misión Brasileña, que en ese momento incluía todo el país. Aprendió portugués de niña y aprendió a hablar español siendo oficial general de la Iglesia.

Formación académica y matrimonio

A pesar de que un consejero de escuela secundaria le dijo que no le iría bien en la universidad6, Julie se graduó del Dixie College en St. George, Utah, y después de la Universidad Brigham Young en Provo, Utah. Se casó con Ramon Paul Beck, representante de jóvenes adultos solteros de su estaca, el 28 de diciembre de 1973 en el Templo de Salt Lake. Ambos tienen tres hijos7.

Puntos destacados de su servicio

La hermana Beck prestó servicio en la Mesa directiva general de las Mujeres Jóvenes y como primera consejera en la Presidencia General de las Mujeres Jóvenes antes de servir como Presidenta General de la Sociedad de Socorro. Durante su administración se volvió a hacer hincapié en el propósito y la obra de la Sociedad de Socorro. Se publicó el libro Hijas en Mi reino: La historia y la obra de la Sociedad de Socorro y se simplificó el emblema de la Sociedad de Socorro en beneficio de una Iglesia universal. La habilidad de la hermana Beck de hablar portugués y español le ha permitido enseñar a un gran número de hermanas de la Iglesia y hablar personalmente con ellas.