Lena Jensen

Un testimonio de la virtud

Mis queridas hermanas:

Tratemos de ser virtuosas. No hay nada que nos traerá una mayor recompensa que la virtud. Si somos virtuosas y puras a los ojos de nuestro Padre Celestial, Él derramará Sus bendiciones sobre nosotras. Decidamos ser virtuosas y puras ante los ojos de nuestro Dios, para que cuando elijamos un compañero para la vida podamos ser para él una mujer virtuosa, aunque no podamos ofrecer otra cosa, porque la virtud es mejor que las riquezas.

Mis queridas hermanas, ¡cuán bendecidas seremos si tan sólo vivimos como debemos! El Señor ha dicho que recibiremos cualquier cosa que pidamos con fe, pero ¿cómo podemos tener fe si no vivimos de modo que el Señor pueda estar complacido con nosotras? y ¿cómo puede estar el Señor complacido con nosotras si no somos virtuosas, puras y santas? Debemos cultivar las facultades que nuestro Padre Celestial nos ha dado para que cuando se nos llame para salir de esta etapa de acción, podamos dejar un buen nombre, digno de ser recordado por mucho tiempo y que Dios pueda decir: ¡Bien, buen[a] sierv[a] y fiel, entra en mi gloria y vístete con mantos de rectitud! Que este sea nuestro destino feliz, es la oración de su hermana y amiga.

Lena Jensen

(The Young Ladies Advocate, 31 de marzo de 1884; puntuación añadida para mayor claridad).